Eoghan Neff es un violinista irlandés, criado en Cork dentro de una familia de músicos y que vive ahora en Madrid. Actualmente, está terminando su doctorado en la Universidad de Cardiff y ha compartido escenario con Riverdance, Neffbros, Anxo Lorenzo, Martin Tourish o César Pastor o entre otros muchos. Ha recibido el reconocimiento internacional por su trabajo académico y de interpretación. El Irish Times subrayó en una ocasión que su ‘su convulsivo violín descubre sombras donde pocos violinistas se atreven a aventurarse’. Su último álbum "Amalgamare" es un CD de improvisación libre junto al organista y monje de la Abadía de Glenstal, Cyprian Love.
En este compacto, único e inmediato, se unen una madurez técnica con una jovialidad improvisadora, unas veces por parte del joven violinista y otras del experto organista, intercambiándose madurez y arrollo juvenil, para engendrar numerosas ideas armónicas o musicales dignas de un desarrollo compositivo mayor. Amalgama de estilos e ideas que nos traslada, en ocasiones, a tiempos pasados y otras veces a una dimensión atemporal gracias a la magia de la improvisación y a la libertad extrema del artista.
A principios de 2006, mientras terminaba la tesis sobre improvisación en la Irish World Academy of Music and Dance, Eoghan se puso en contacto con Cyprian para realizar una aportación práctica a su investigación. A partir de entonces se produjeron otros tres encuentros en el pacífico marco de la Abadía de Glenstal. Este disco representa el resultado de la música creada en ese tiempo por estos dos instrumentistas de formación musical muy diferente, presentándose cada pieza con su duración original íntegra.
Casi todos los temas presentados son formaciones que surgieron sin ninguna idea previa sobre la forma que podría adoptar la música, son sencillamente la inocencia de unas notas elegidas en el momento y desarrolladas en el tiempo a través de una conciencia musical compartida. Otros partieron de ínfimos fragmentos sin un plan vital preconcebido. Y alguno que otro empezó siendo la sombra lejana de una melodía familiar para alguno de los dos músicos. Al haberse utilizado un método de grabación deliberadamente sencillo para reducir al mínimo cualquier elemento externo que pudiera modificar la acústica natural del órgano y del violín, y al haber tocado sin guión escrito ni comentarios verbales preparatorios (o hablando muy poco), el resultado es una música interpretada en unión, una música que se aparta de la rigidez de sus respectivos estilos.
En definitiva, Amalgamare es un disco irrepetible, alegre y sorprendente, digno de pervivir en esta grabación para disfrute de cualquier amante del arte musical. Todo ello gracias a la exquisitez técnica y la impagable sensibilidad de los autores-interpretes.
En definitiva, Amalgamare es un disco irrepetible, alegre y sorprendente, digno de pervivir en esta grabación para disfrute de cualquier amante del arte musical. Todo ello gracias a la exquisitez técnica y la impagable sensibilidad de los autores-interpretes.