sábado, 23 de mayo de 2009


El día de los museos

El sábado 16 de mayo fue el Día Internacional de los Museos. Para celebrar este día la gente del Museo Etnográfico de Castilla y León con sede en Zamora había hecho una convocatoria de escenario abierto a todos los grupos cuya música, de una u otra manera, bebiera de las fuentes de la tradición.

Los primeros en salir a escena fueron Vía Latina un grupo de "fados de Coimbra" procedentes de Braganza, Portugal. En un determinado momento sacaron a Ruth, conservadora del museo y culpable de todo el lío, a cantar con ellos.


Más tarde salieron al escenario dos músicos ingleses que se encontraban de ruta por España y Portugal recogiendo música de flauta de tres agujeros y tamboril. Ellos son los que actualmente conservan la tradición de las Morris Dances en Inglaterra. Se interpretan con flauta y tamboril (tabor pipe), acordeón, flauta travesera de madera y los danzantes van ataviados con un traje blanco parecido al de los danzantes de paloteos castellanos y, efectivamente danzan con palos y pañuelos.


Los siguientes fueron Alberto Jambrina y Pablo Madrid que ofrecieron una colección de temas tradicionales magistralmente interpretados con los instrumentos de la tierra: gaita de fole, dulzaina, flauta y tamboril, tambor sanabrés, pandero de Tras-Os-Montes, rabel de Porto y otros que se están incorporando a la tradición como el bouzouki o el cajón peruano. Un momento realmente emocionante fue cuando salió a escena Pancho Sánchez para interpretar junto a JyM el corrido de Encinas.


Luego llegó el turno de los extremeños Zarandango que nos cantaron en formato de dúo una serie de temas de la tradición de su tierra ayudados por el público que enseguida se metieron en el bolsillo. Hasta consiguieron juntar una pequeña orquesta de morteros para interpretar un tema acerca del gazpacho. Muy divertidos, sí señor.


Luego llegó el turno de Wild Rovers, buenos amigos y músicos que dan caña a la música irlandesa. El Niñu (violinista de Vallarna) se les arrimó en un par de temas y, tan lanzados iban, que tuvimos que darles un toque para que se bajaran del escenario como buenos herederos de la tradición irlandesa. ¡Menos mal que no tenían unas pintas de cerveza a mano!


Y para finalizar, Vallarna en formato trío- Para la ocasión recurrieron a Pancho Sánchez, dulzainero, gaitero, chiflero y uno de los mejores constructores de cañas, para todo tipo de dulzainas, de toda la Península. Pancho aceptó gustoso la liada como buen músico tradicional.

Tras unos obsequios y una cena con buen vino y sidra, nos cerraron el Museo y nos tuvimos que ir a los bares...

¡Va a ser verdad que "Zamora es buena tierra"!

Arturo Rodríguez