viernes, 12 de febrero de 2010


Sesiones


Una sesión es una reunión de músicos que no tiene por qué ser un grupo musical formado, simplemente un grupo de amigos que se reúne para tocar temas que todos conocen y disfrutar con la música. Este post presenta un resumen de consejos que no se deberían olvidar a la hora de realizar una sesión.


PARA MÚSICOS


Si no conoces la melodía de un tema, en principio no debes tocarlo.
Cuando se escucha un tema por primera vez no se debe tocar encima, basicamente porque no se puede saber por dónde van los tiros. En el caso de instrumentos de melodía esto no suele hacer falta decirlo, pero es importante en el caso del acompañamiento. A pesar de que tanto las cuerdas como la percusión es posible que puedan hacer un apaño sobre la marcha, vale más escuchar y actuar sobre seguro.

Si un músico no es capaz de tararear la melodía, no debe tocarla.
En el momento en que la conozca lo suficiente como para tararearla ya tiene el camino libre. Esto es especialmente aplicable a los percusionistas y a los guitarristas/bouzoukistas.

Se aprende un montón simplemente escuchando a otros tocar.
Si pretendes asistir regularmente a la misma sesión, vete un par de veces por allí simplemente a escuchar primero.

Si empiezas un tema que casi nadie conoce, continúa con uno conocido.
Si la persona que empieza un set se da cuenta de que casi nadie conoce el tema que está tocando, conviene continuar con un tema conocido. De esta forma se invita a todo el mundo a tocar y se hace ver que se tiene a los demás en cuenta.
El interludio entre sets es una oportunidad importante para la conversación, y para aprender el nombre de los temas y su fuente. Es de mala educación que el músico desconocido interrumpa este ritual para interpretar un solo. Sin embargo, cuando se tocan solos (especialmente canciones), se aprecia el silencio.

Hay que intentar que participen todos presentes y no dejar a nadie de lado.
Por eso no conviene que nadie sea el protagonista de continuo. Hay que tratar de buscar temas que pueda tocar todo el mundo o al menos la mayoría. Siempre hay momentos para los solos, pero son los menos. Si nos encontramos en muchos momentos con que sólo hay una o dos personas tocando, algo falla. En las sesiones es esencial pensar en el conjunto y no en uno mismo.

No se acelera ni se retrasa el tempo.
La persona que empieza el set marca la velocidad.
Normalmente se tocan los temas tres veces. Aunque puede haber excepciones, especialmente en temas largos.

Vale más tocar un tema despacio y bien que rápido y a trompicones.
Normalmente no se mezclan diferentes tipos de temas en un mismo set. Cada oveja con su pareja.
Si alguien trata de afinar entre set y set, se procura esperar a que termine antes de empezar de nuevo todos a tocar.

No se deben manipular los instrumentos de los demás sin pedir permiso antes. Algunos valen mucho dinero y/o tienen mucho valor sentimental.


PARA ESPECTADORES

Una sesión no es un concierto.
No es obligatorio aplaudir cuando termina un set. Si hay aplausos, suelen ser breves. Las personas que están tocando no esperan aplausos. Están ahí porque les gusta tocar, así que no se van a enfadar ni a desilusionar si no los hay. Sin embargo, son comunes los pequeños gritos en los cambios de tema.


No hace falta guardar un silencio sepulcral.
Conviene no dar gritos y tratar de no molestar, pero nadie prohibe conversar con los amigos de manera normal.
Sí que se agradece silencio en los sólos o en las canciones (temas cantados).

Si no vas a tocar no te sientes en el círculo de músicos.
Puedes estar ocupando un sitio que podría aprovechar otro que sí que quiere tocar.


No hagas peticiones.
Los músicos tocan los temas que les gustan y tienden a estar hasta las narices de La Danza del Oso y la Muñeira de Lugo. Disfruta de la música.
No hagas preguntas a los músicos mientras están tocando. No cuesta nada esperar a que termine el set. Es especialmente ridículo pedir "Ahora unos temas irlandeses", "Venga, unos temas rápidos". No se si será algo local, pero el 90% de las veces que he oido frases de ese tipo es justo al final de un set que es exactamente lo que se "quiere" escuchar. Básicamente, demuestra que el que lo dice no sabe de lo que habla y que su petición no tiene sentido.

Si estás borracho, procura alejarte de la sesión.
Aunque la verdad es que si estás borracho es probable que no recuerdes haber leido esto.



LOS INSTRUMENTOS

No vale todo, desgraciadamente.
Cualquier cosa que pueda ahogar el sonido de los demás instrumentos debe ser tocada con mucha delicadeza o desterrada de la sesión sin más miramientos. Otros instrumentos, por su naturaleza, conviene que no estén presentes en un número mayor a uno o dos.

Violines, flautas, whistles y similares
Son el alma de las sesiones. Normalmente cuantos más, mejor (siempre que estén todos bien afinados). Incluimos aquí también la voz solista para canciones. No sólo de instrumentales vive el músico tradicional.

Gaitas
En general, EVÍTENSE. Exceptuando la gaita irlandesa, la pequeña escocesa y la de Northumbria, el volumen del resto no permite que el resto de los músicos disfrute de la sesión.

Acordeón
Normalmente no hay ningún problema, siempre que el que lo toca sea discreto con el volumen. En algunos casos pueden llegar a alcanzar volumenes bastante altos, pero no es nada que no se pueda controlar si el que lo toca tiene un mínimo de sentido común. La concertina no da problemas.

Guitarra, bouzouki y similares
El acompañamiento siempre es bienvenido en una sesión, pero a ser posible no más de dos personas. Acompañar una sesión es mucho más libre que tocar melodía y es mucho más difícil conseguir que más de dos personas se pongan de acuerdo en tocar cosas parecidas. Lo ideal es un músico sólo o dos que se complementen decentemente. De ahí para arriba conviene ir turnándose. Tampoco está mal que los instrumentos de acompañamiento traten de tocar melodía de vez en cuando. En esta categoría podemos meter también al contrabajo o similares, que se deben de adaptar a los otros (o ellos a él) previo acuerdo.

Banjo
Un elemento muy peligroso por el gran volumen que puede tener. En manos de gente discreta no hay problemas. En manos de otros tenemos un revientasesiones en potencia.

Mandolina
El caso contrario al banjo. Normalmente se oyen demasiado poco y tienden a contribuir poco a la sesión. No plantean problema, simplemente tienden a pasar desapercibidas.

Bodhran
El peligro por naturaleza. Uno (o a lo más dos) tocados decentemente y de manera discreta le dan una dimensión adiccional a la sesión. En más cantidad o menos habilidad, acaban con ellas. Mismas guias que la guitarra.

Otras percusiones
En principio, evitar. Recordemos que las panderetas tienden a sonar demasiado alto, los djembes y darbukas suelen llegar acompañados de una persona que no conoce los temas que se tocan y que las sillas y las mesas no son intrumentos musicales.