Finalizaba la noche el quinteto de Bilbao Korrontzi, uno de los más frescos y que más fuerte están pegando este año en el mundo del folk. Sus temas son originales, basados en los viejos trikitilaris de todo Euskadi, y sobre este instrumento es sobre el que gira el grupo.
Al empezar su actuación, el público ya venía caliente del concierto de Bonovo y directamente todo el mundo estaba delante dispuesto a seguir saltando y animando a los músicos. Presentaron casi todos los temas de su disco consiguiendo un concierto alegre, muy bailable con temas cantados bastante cañeros, alternados con temas instrumentales y con un par de temas más tranquilos, lo cual no quita encanto al grupo.
A pesar de ser jueves, hubo bastante gente en la Torre Lucía, estando a más de media entrada hasta el final. Yo, personalmente, vi bastante más gente que cualquier jueves otro año en la plaza. El sonido fue impecable y perfecto. No había ningún problema de rebote en los muros del recinto (cosa que yo temía) y se escuchaba todo muy rebien desde cualquier punto.
Muy bien el primer día. El festival prometía y los dos días que venían eran también muy grandes. Así que, con ganas de guardar fuerzas para el siguiente día y, aprovechando que todavía no había llegado la caballería pesada desde Valladolid y otros puntos de España, decidí ir a tomar algo e irme temprano. Por allí tuve el placer de conocer a los chicos de Bonovo y Korrontzi y entre unas cosas y otras pues creo que nos dieron las cinco y pico de la mañana así que se fueron a tomar por saco todos los planes de descanso para el día siguiente.
Hace 4 semanas
