El viernes empezó temprano. A eso de las 10:30 había quedado en una reunión con gente del ayuntamiento, la organización y otros aficionados (ya era hora, tras 11 años de que los aficionados estuvieran ahí) para tratar de llegar a una solución final y definitiva al problema de las dichosas sillas. Tras varios puntos de vista (tanto a favor como en contra) se llegó a una solución salomónica que por la noche se demostró que funcionó. El caso es que la solución fue tan sencilla como poner en un lateral un rectángulo de 10 sillas de ancho por 40 de largo. De esta forma quedaba en torno al 70% del ancho del recinto de espacio libre para bailar sin sillas delante ni nada que moleste. Los señores de las sillas veían bien en todo momento y nosotros no teníamos que pelearnos con ellos así que, todos contentos. Yo creo que fue un acierto. La gente mayor (y no tan mayor) que se quiera sentar tiene ahí su sitio (y más que suficiente, ya que había cuatrocientas sillas, aunque parecía que habia menos debido a la colocación). Perdonar lo mala que es la foto, pero para haceros una idea los que no estuvisteis ahí sirve:
(Hacer click para agrandar) Otra cosa a destacar es que había una grúa de televisión que en ningún momento molestó a nadie. Estaba muy bien colocada pegada a la muralla ocupando un espacio delimitado que nadie echó en falta.
El nuevo recinto estaba funcionando en todos los sentidos, el sonido era espectacular, la gente de ambos bandos de las sillas estaba contenta, se instalaron servicios y barra con barbacoa incluida, la televisión no molestaba, a la radio la subieron a una torre y tampoco molestaba siendo la transmisión óptima desde ahí. La única duda que quedaba por responder era: ¿habrá sitio suficiente para la marea de gente que estaba previsto que viniera a lo largo de la noche de hoy?
